"Si quieres salvar a la Patria salva al mismo tiempo tu alma, ni antes ni después, al mismo tiempo"
(Leonardo Castellani)
Prólogo
La Argentina es un país demasiado particular, sin ser esta distinción una virtud propiamente dicha. El resto del mundo piensa, siente y se mueve de otra manera. Como expresaba un premio Nobel, existen dos economías incomprensibles, la japonesa y la argentina; una signada por un milagroso resurgimiento y la otra, contrariando los más básicos postulados, no se entiende cómo funciona. Pero no sólo en cuestiones económicas nos movemos a contramano, también en aspectos políticos, comerciales, sociales y morales somos originales precursores de la involución. La Argentina es endémicamente autodestructiva. El gran individualismo que nos caracteriza nos condujo hacia una sociedad disociada. El ¡no te metás! está haciendo posible un totalitarismo que arrancará de cuajo los principios defendidos a sangre y espada por nuestros próceres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario